ANTIGUO PALACIO DE EMILIANO ZAPATA

Siempre lo vi, era el símbolo que denotaba la autonomía y el poder local de un grupo de pueblos. Allí iba mi papá y mi madre cuando precisaban hacer una diligencia importante. Ahí registraron a mi hermano menor y en su fachada realicé honores a la bandera en los desfiles de las fiestas patrias, cuando pertenecí a la banda de guerra de la secundaria “10 de Abril”, momento en que la vida me empezaba a enseñar la multitud de personas y de destinos que tiene. 
Ese fue la sede de la gestión y la administración municipal hasta que la derrumbó un sacudimiento de la madre tierra. Y a pesar de que todos lo conocieron no todos saben los secretos de su historia, los recovecos de su devenir en el tiempo y por eso es que ahora se las comparto a todos; en los momentos en que se alza el nuevo edificio y se forjan los salones y espacios en los que discurrirán los ires y venires políticos de los que vendrán después de nosotros. Esta es su pequeña crónica de hechos:
El edificio que fue por muchos años la sede del ayuntamiento municipal, tiene sus orígenes como una modesta edificación utilizada como “establecimiento de niños y niñas”, es decir como una escuela para instrucción elemental de la comunidad nombrada San Francisco Zacualpan, perteneciente en ese entonces, al municipio de Jiutepec.
Según censos efectuados en el año 1894, ya se contaba con ese edificio para brindar servicio a la comunidad en este pueblo, ya que su ubicación como un Real de Hacienda (en las cercanías de la hacienda de San Vicente), propiciaba que hubiera una mayor población que en el resto de las comunidades que integran la actual alcaldía.
Para los años previos a la creación del municipio esta escuela continúa sin nombre hasta el periodo de gobierno del Lic. Vicente Estrada Cajigal, cuando se le pone oficialmente “Lázaro Pavia” en honor de un escritor, político y militar que fuera amigo de don Vicente.
En este periodo de gobierno es que se crea el municipio, el 19 de diciembre de 1932 y al no contar el pueblo con un edificio digno para fungir como presidencia municipal, se habilita un salón de esta escuela para ello, llevándose a cabo la toma de protesta del primer consejo municipal en el interior de dicha aula.
Es esta razón por la cual, posteriormente y por un largo periodo de tiempo, al espacio que se destinara para llevar a cabo sesiones solemnes y bailes populares se le denominó “salón municipal”, el cual se convertiría posteriormente en el mal llamado “auditorio”.
En sus inicios, el edificio de la antigua presidencia fue ocupado como tal, sólo por las tardes, una vez concluidas las actividades escolares. Es por ello que en 1933, don Zeferino Guerrero, primer presidente municipal electo, inicia la construcción de un segundo piso con polines, tablas y madera, construyendo las escaleras para dar acceso, del mismo material, el cual fue sustituido poco a poco con adobe.
Ya en los años 1943 y 1944, vendría Gilberto García Pacheco a realizar la reconstrucción más importante que se le hizo al edificio, la cual vio concluir Vicente Aguilar Acevedo en el año 1946. 
Quien delinearía la plaza cívica y construyera las jardineras pequeñas del antiguo zócalo, sería don Martín Batalla en el 1954 y fue hasta el periodo del señor Juan Álvarez Domínguez, cuando se construyó la escuela primaria “Prof. Jesús Merino Nieto”, cuando se dejó de utilizar definitivamente como escuela.
Con las gestiones de este mismo personaje, se presentaría la maqueta del palacio de gobierno con su kiosco al centro y algunos adornos y remates de puertas y ventanas. La construcción del espacio adecuado y la colocación definitiva de la campana para efectuar, con toda solemnidad y realce, nuestro grito de independencia, se dio durante el trienio del doctor Lauro Muñoz Esquivel en los años 1988 a 1991.
Después en 1999, vinieron los tiempos de cambios y remodelaciones, a la par del nuevo siglo y fue ahí donde se irguió la torre del reloj, por iniciativa del arquitecto Rodolfo Esquivel; torre que afortunadamente respetaron algunas administraciones posteriores, las cuales modificaron y desentrañaron símbolos e íconos identitarios del zócalo, tal como su kiosco y algunas placas de las diversas intervenciones de esta plaza. Dichas modificaciones se efectuaron en el periodo de gobierno del C.P. Carlos Martínez Varela en el trienio correspondiente a los años 2013 a 2015.
Por último este edificio resulta con daños severos en su estructura por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y es iniciado el derrumbe de este emblemático edificio el 13 de mayo de 2019 con una breve ceremonia a la cual asistió una gran cantidad de personas y funcionarios muy conmocionados en su espíritu. Actualmente el nuevo edificio se encuentra en su fase primera de construcción, apostando a un diseño más moderno y funcional en donde tenga cabida incluso, un pequeño museo municipal en donde se albergue parte del gran patrimonio cultural del singular municipio de Emiliano Zapata.


ULISES NÁJERA ÁLVAREZ





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